La Silla Barcelona es una de las piezas de mobiliario moderno más famosas del mundo. Diseñada por Ludwig Mies van der Rohe y Lilly Reich, sigue siendo un símbolo de elegancia y simplicidad. Puedes encontrar versiones de la de Mies van der Rohe Barcelona Chair en casi todas partes, desde interiores de alta gama hasta mueblerías locales. Gracias a su diseño limpio y sencillo, muchas empresas la copian fácilmente.
Mies van der Rohe Barcelona chair
Algunas réplicas son tan bonitas que a simple vista es difícil distinguirlas. Este blog te ayudará a identificar si esta silla es auténtica o una falsificación ingeniosa.
La historia original detrás de la silla
Mies van der Rohe diseñó la Silla Barcelona para el Pabellón Alemán de la Exposición Internacional de 1929 en Barcelona. No era una silla cualquiera. Fue creada para los Reyes de España. Solo se fabricaron dos sillas y dos otomanas a juego para el evento. El diseño surgió de la idea de las antiguas sillas plegables utilizadas por egipcios, griegos y romanos. Pero Mies transformó el concepto en algo mucho más moderno y elegante. Se convirtió inmediatamente en un símbolo del movimiento modernista, combinando estilo con sólidos valores de diseño.
De pieza excepcional a icono famoso
Tras la exposición, la silla entró en producción en Berlín. Pero a diferencia de otros muebles modernistas destinados a todos, esta silla era difícil de fabricar. Siempre fue cara. Al principio, se utilizaba acero de baja calidad con un acabado mate y suave cuero blanco. En 1932, la empresa de muebles Thonet comenzó a producirla. Más tarde, en 1948, Knoll se hizo cargo. Desde entonces, Knoll ha sido el único fabricante oficial de la de Mies van der Rohe Barcelona Chair. Florence Knoll, esposa de Hans Knoll, obtuvo los derechos para producir este mueble. Esta empresa aún fabrica la silla hoy en día. Ha creado muchas otras piezas de estilo Barcelona inspiradas en el diseño original.
¿Por qué es tan fácil de copiar?
Parece simple. Solo una estructura de acero con dos cojines de cuero. Pero como dijo una vez Mies, "el diablo está en los detalles". Si bien muchas empresas de muebles fabrican imitaciones, solo unas pocas se acercan a la artesanía de la auténtica. Algunas imitaciones están muy bien hechas, incluso mejores que el original en algunos aspectos, según algunos. Pero si compra por el valor del diseño o por la inversión, solo la silla genuina importará. Por eso es tan importante saber cómo distinguir una auténtica silla Barcelona de una copia.
Identificando la Auténtica
Una de las mejores maneras de saber si una Silla Barcelona es auténtica es comprobar el logotipo de Knoll Studio y la firma de Mies van der Rohe. Normalmente se encuentran estampados en la estructura. Si no está el sello, no es una Silla Knoll auténtica. También conviene fijarse en el tamaño de la silla. Las sillas Knoll auténticas tienen proporciones claras y consistentes: unos 76 cm de alto, 76 cm de profundidad y poco menos de 76 cm de ancho. El asiento se encuentra a 43 cm del suelo. Si la silla parece más alta o más baja, podría ser una imitación.
Comprobación de los Cojines y el Cuero
Los cojines de una Silla Barcelona auténtica son firmes pero suaves. Cada cojín está hecho con veinte paneles de cuero separados, todos cortados a mano, ribeteados y capitoné con botones a juego. Las imitaciones suelen tener cojines rígidos hechos de una sola pieza de cuero plisado. La calidad del cuero es otra señal de ello. Las sillas auténticas utilizan cuero fino con textura natural, mientras que las versiones más económicas utilizan cuero brillante o similar al plástico. Mira también debajo de los cojines: las sillas originales se sujetan a la estructura con correas de cuero a juego. Si las correas son de nailon o vinilo, probablemente sea una copia.
Estructura y acabado
Las sillas originales vienen en dos acabados: cromado o acero inoxidable pulido. La versión pulida tiene un brillo más líquido al observarla de cerca. Ambas versiones tienen un acabado impecable y sin marcas de soldadura visibles. Muchas imitaciones usan metal de menor calidad y dejan asperezas o soldaduras visibles. La forma de la estructura es otra pista. Las sillas auténticas tienen una curva fluida y pronunciada que sujeta los cojines a la perfección. Algunas copias baratas tienen estructuras más planas o menos elegantes que no quedan del todo bien.
Ten cuidado con nombres como "Silla Pabellón"
Algunas empresas llaman a sus versiones "Silla Pabellón". Esto es para evitar problemas legales con la marca registrada de la silla. Estas versiones se parecen mucho a la original, pero no están hechas con el mismo cuidado y calidad. La mayoría provienen de países como China y Vietnam. Podrías encontrar una copia de buena calidad. Pero no tendrá el mismo valor de diseño que una silla oficial.
¿Qué pasa con las sillas vintage?
Si compra una silla de segunda mano, debe tener cuidado. Los modelos antiguos pueden no tener un sello visible. Esto puede ocurrir en el caso de sillas fabricadas antes de que Knoll comenzara a marcarlas. En ese caso, verifique el tamaño y los materiales. También verifique la calidad de construcción. Las sillas antiguas tienen un origen especial. Algunas incluso provienen de edificios históricos como el Seagram's Building de Nueva York. Estos detalles pueden ayudarle a confirmar si la silla es original.
Conclusión
Esta silla es más que un simple asiento. Es una pieza histórica del diseño. Sus líneas limpias y su elegante forma la convierten en una de las sillas más copiadas del mundo. Pero si la compra como una auténtica pieza de diseño, necesita saber qué está comprando. Busque características como el logotipo de Knoll, la firma de Mies van der Rohe, una buena marroquinería y proporciones sólidas. Una auténtica de Mies van der Rohe Barcelona Chair durará décadas y conservará su valor. Tanto si eres un fan del diseño moderno como un coleccionista empedernido, saber identificar la silla adecuada marca la diferencia.
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